Cristales
Un viejo poema que hace daño, debe ver la luz para romperse.
Todos los cristales se rompieron.
Los años pasaron volando,
marcha silenciosa de adioses y dioses falsos.
De repente te vi, feroz,y supe que eras un horror
de carícias sin nombre y sin calor.
Es extraño vivir siempre en el filo
y saber que nunca has querido.
Ya sólo quedó el frío:
nuestra lápida de cristales
rotos, y de olvido.
Sólo quedó el vacío
de saber que nunca fuimos...
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